Ola de calor en Rusia de 2010, una auténtica catástrofe

Si nos ponemos a pensar en un país realmente frío en este planeta, uno de los primeros que se nos vendrán a la cabeza será Rusia, ya que aunque hay otras naciones con un nivel de temperaturas mínimas igual de bajo, como Noruega o Islandia, el país euroasiático siempre es una referencia en este sentido, tal vez por ser más grande, más popular, o porque a través de sus obras culturales hemos podido “sentir” ese frío imposible que hace en las ciudades del norte, especialmente más allá de la estepa, en la zona de Siberia, seguramente el lugar más frío del mundo, salvando los círculos polares. Los rusos, sin embargo, parecen acostumbrados al frío y se mantienen calientes como pueden durante los días más duros del invierno. El problema es cuando llega el calor.

Y es que en Rusia están acostumbrados a veranos muy suaves, y a inviernos inclementes. Pero es algo que uno ya conoce desde pequeño, e incluso es capaz de habituarse a ello. Sin embargo, cuando una ola de calor recorre el país, los rusos no saben cómo enfrentarse a ella. En el año 2010, una terrible ola de temperaturas altas asoló el país durante el mes de julio, llevándose por delante la vida de miles de personas. De una punta a otra del país, los rusos vivieron un auténtico infierno en la tierra durante esas semanas, y de hecho, la ola de calor fue recogida poco después en el Libro Guinnes de los Records como la más devastadora y mortal de la historia, después de matar, de forma directa o indirecta, a más de 56.000 personas, de las cuales 11.000 vivían en Moscú, la capital.

Así fue esta terrible ola de calor

En julio de 2010, buena parte del Este de Europa, incluida Rusia, tuvo que enfrentarse a una insoportable ola de calor que recorrió este territorio durante varias semanas. De hecho, no era la primera que vivían en este siglo, ya que en 2003 ya hubo una bastante importante. Sin embargo, las diferencias con las de 2010 eran sustanciales, empezando por la continuidad de esas temperaturas extremadamente altas para lo acostumbrado en esos territorios. El origen se detectó en una circulación anticiclónica extensa y muy persistente, que se mantuvo durante semanas en la zona, aumentando las temperaturas medias en aquellos meses en más de 10 grados. La parte occidental de Rusia, con ciudades como Moscú, fue la más afectada por estas altas temperaturas.

A lo largo de julio y principios de agosto se registraron varias veces nuevos records de temperaturas máximas absolutas en Moscú, por ejemplo. No se tenía registro de un periodo tan persistente y caluroso, y los especialistas predijeron que había sido la peor ola de calor en 500 años. Los meses anteriores fueron especialmente secos, y esa falta de precipitaciones también ayudó a que la ola de calor afectase mucho más a la población rusa. Hubo más de 56.000 muertes directa o indirectamente relacionadas con esta ola de calor, se perdió  un tercio de las cosechas debido a los fuegos incontrolados, e incluso el PIB del país, uno de los más fuertes económicamente hablando del mundo, perdió un 1% completo a causa de este periodo de temperaturas extremas.

Una de las peores olas de calor de los últimos 500 años

Las olas de calor, como veremos a continuación, son fenómenos que se dan habitualmente en ciertos países, provocados por la inestabilidad climática. Sin embargo, la que aconteció en julio de 2010 en Rusia se lleva la palma. Moscú, una de las capitales mundiales más frías, registró temperaturas por encima de los 37 grados, una auténtica locura para los moscovitas, acostumbrados a vivir con el frío incluso en esos meses de verano. Se registraron temperaturas inauditas en aquellos lares, convirtiendo aquella ola de calor en la peor en más de 200 años, y una de las peores jamás registradas en la zona. El terrible resultado fueron las más de 50.000 muertes en todo el país durante esa ola de calor. La mayoría de fallecidos eran personas con problemas respiratorios, o con cierta edad, pero también murieron jóvenes e incluso niños.

Qué causan las olas de calor

Dependiendo del lugar en el que vivamos, las olas de calor pueden estar provocadas por unos u otros fenómenos atmosféricos. En el caso de Europa, y concretamente de esta nefasta ola que sacudió a Rusia en 2010, el origen tuvo que ver con una actividad anticiclónica fuera de lo común, con aires subtropicales transportados hasta estas latitudes, algo poco común pero que cada vez se da con mayor asiduidad, por culpa del calentamiento global. El bajo sistema de altas presiones de esta zona también contribuyó a que se aire caliente se mantuviera durante semanas sobre la zona, provocando un aumento considerable de la temperatura media. Dependiendo de la intensidad del propio anticiclón, la ola de calor será más o menos fuerte, y provocará unos efectos más o menos directos en la población, que necesita estar preparada.

Cómo podemos enfrentarnos a ellas

La ola de calor que sufrió Rusia en 2010 fue tan devastadora por la falta de costumbre de los ciudadanos rusas a la hora de enfrentarse a temperaturas tan altas. El frío lo tienen controlado, pero este calor tan insoportable pudo con ellos. Para protegernos durante la ola de calor, lo mejor es mantenernos frescos en casa, con aire acondicionado si lo tenemos, o al menos con un ventilador que mueva el aire por la habitación. Beber mucha agua es también importantísimo para hidratarnos bien y recuperarnos de la pérdida de líquido por el sudor. Evitar la calle en las horas centrales del día, que suelen ser las más calurosas, y proteger especialmente a los grupos de riesgos, como ancianos y  niños, son también consejos muy útiles para enfrentarnos con seguridad a una de estas olas de calor.